viernes, 25 de octubre de 2013


FRACASO DE LAS RENOVABLES EN ALEMANIA

Alemania es la principal economía europea, y la cuarta economía mundial.

Ejerce el liderazgo europeo en términos casi excluyentes.

Se le suma el notable prestigio de la industria germana, de primer nivel. Marca las pautas del nivel de excelencia, en numerosos rubros de producción.

Implícita o explícitamente, también se admira la férrea vocación de grandeza que muestra la cultura de su pueblo, por tres veces emergente a nivel mundial, dos de ellas partiendo de las derrotas en las guerras mundiales, en ambos casos superando la devastación y los serios problemas generales que tales caóticas circunstancias implicaron.

Montado sobre ese cúmulo de prestigios, el sector del fundamentalismo ecologista “vendió” el falso milagro verde de la energía teutona.

Pero los alemanes también se equivocan. El Partido Verde logró imponer draconianas medidas de cambio en el Sector Energético, con lo que el ecologismo fundamentalista repetida y sistemáticamente mostró “el ejemplo” del fuerte énfasis dado a las tecnologías eólica y solar; y el freno abrupto al plan nuclear.

Generosos subsidios fluyeron de las abundantes arcas fiscales germanas, posibilitando masivas instalaciones de “ventiladores” (parques eólicos, de crecientes tamaños), y muchísimos paneles de energía solar fotovoltaica.

Al paralizarse el plan nuclear alemán, las solares y eólicas fueron señaladas como las “alternativas” y “grandes soluciones” para reemplazar las postergadas nuevas centrales nucleares, y también –supuestamente-, para abastecer los fuertes crecimientos de la demanda.

Se instalaron masivamente paneles solares, alcanzando Alemania casi el 50 % de la capacidad instalada solar fotovoltaica mundial…pero los resultados concretos fueron muy pobres, muy poca generación, nada de Potencia Firme, y altísimos costos por KWh, disimulables con cuantiosas y desproporcionados subsidios. Lo mismo las eólicas, masivamente instaladas, pero de bajos rendimientos (producen entre el 25 % y el 33 % de una usina convencional térmica, hidro o nuclear), y la eólica es energía muy cara, de baja calidad, no apta como energía de base.

Tozudamente, los “verdes” renovaron su apuesta, exigiendo el cierre de todas las usinas nucleares en funcionamiento, pretendiendo reeemplazarlas “ventajosamente” por solares y eólicas.

Pero el gobierno alemán entendió al fin ese esquema llevaba al caos del sistema eléctrico, que sin una concreta solución alternativa colapsaría por falta de Potencia Firme y de Energía. Dieron marcha atrás a los cierres de las nucleares en funcionamiento.

Los irracionales planteos “verdes”, fueron muy negativos para Alemania, aunque esa poderosa economía los pueda soportar. El freno al plan nuclear, y la apuesta por las “renovables” (básicamente eólicas y solares) ocasionaron:

·       Bajísima inserción de la energía solar en la matriz eléctrica (poco más del 1%), pese a su masividad.

·       Muy pobre participación eólica (6,50% del total), con bajos rendimientos de los equipos instalados.

·       Fuerte aumento en el consumo de carbón –en parte importado de EEUU-, cubriendo más del 43 % de la demanda eléctrica.

·       Muy fuerte aumento en las importaciones de gas natural ruso, construyéndose otro gasoducto en el Mar Báltico, a un alto costo económico y ambiental.

·       Incremento de las importaciones de energía eléctrica de sus socios de la UE.

·       Preocupante creciente dependencia de energía importada, siendo ello una notable debilidad geopolítica.

Similares falsas “soluciones” eléctricas eólicas y solares pretenden imponernos por la fuerza de burdas presiones, los activistas del ecologismo fundamentalista, siendo que en realidad con eso provocarían un caos energético que nos condenaría al subdesarrollo crónico…todo a la medida de las transnacionales del ultra ecologismo político, no por casualidad orquestado y manejado por las potencias del G 7.

Alemania no tiene sitio alguno disponible para incrementar su capacidad hidroeléctrica, pues ya construyó todas las represas posibles, las cuales sustentaron su desarrollo tecnológico e industrial, con abundante y económica energía. Eso lo hizo en paralelo con su formidable desarrollo, desde fines del siglo XIX.

Solo las centrales termoeléctricas, hidros y nucleares, tienen capacidad técnica para funcionar como usinas de base. Todas las otras, supuestamente “ecológicas y renovables”, no son confiables ni operables como bases de ningún sistema eléctrico, solo utilizables como complementos. Por ende, no pueden reemplazar a las usinas convencionales.

En rigor, las eólicas y solares solo producen dentro de sus limitados rendimientos energéticos; y los voceros del ecologismo fundamentalista, volvieron a mentir, priorizando dogmas sobre verdades técnicas.

 

C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

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