martes, 18 de marzo de 2014

ALEMANIA DEBILITADA POR EL ECOTERRORISMO
La delicadísima realidad geopolítica, puesta de relieve por la muy grave crisis suscitada en Ucrania, permite realizar múltiples lecturas válidas y complementarias, varias de las cuales corroboran análisis previos que muchos analistas objetivos realizamos.
A la crisis en sí misma, así como a los roles de los actores principales de esa compleja partida de ajedrez geopolítico, ya me referí con amplitud en recientes análisis. Como tema en cierta forma colateral, es muy interesante y también ilustrativo acerca del accionar de similares grupos de activistas – mercenarios – “perejiles” – e incautos desinformados, aglutinados en diversas ONGs pseudo ecologistas, que en verdad se mueven de acuerdo a precisos dictados de poderosos intereses económicos y relativamente complejas maniobras de geopolítica mundial, no por casualidad casi uniformemente dictadas desde las potencias anglosajonas; y el concepto abarca tanto a la actual mega potencia mundial,  su aliado/subordinado principal del viejo y siempre agresivo imperio (que supo tener épocas mejores) y al amplio abanico de la Comunidad Británica de Naciones (el Commonwealth).
Los objetivos predilectos de las ONGs “ecologistas” transnacionales, parecen ser las naciones excluidas de la llamada Sociedad Postindustrial (aglutinada esta en el G 7 y sus ramificaciones), siendo muy claro que en base a cavernarios y edulcorados argumentos, quieren tenernos atados al subdesarrollo permanente.
Pero los intereses que mueven las ONGs ultraecologistas son tan poderosos, que incluso cooptan mentes y doblegan voluntades, en el propio núcleo del poder de las “democracias de mercado” (las mencionadas potencias del G 7, más el resto de la UE).
Por caso, la promoción a ultranza de las mal llamadas “energías renovables”, cuya imposición pretenden sea dictatorialmente imperativa, oculta negocios (o negociados) multimillonarios, con pocos beneficiarios y muchos perjudicados.
En Alemania, los jugosos negocios vinculados con las masivas instalaciones de las  ineficientes y muy costosas usinas eólicas y solares, fueron impuestas como   “grandes soluciones” (falsas), supuestamente para reemplazar a las usinas nucleares, previamente “demonizadas” por los mismos activistas “verdes” involucrados en promover dictatorialmente las “renovables” (eólicas y solares).
Los electoralmente minoritarios verdes alemanes, lograron imponer a Angela Merkel sus caprichos ecolátricos, inicialmente promocionados masivamente como supuestos sustitutos de las usinas nucleares, cuyas construcciones se congelaron.
Las apuestas de los activistas de los negociados eólicos y solares, fueron incluso mucho más allá, pues con sus habituales metodologías dictatoriales, “exigieron” –en base a falsos argumentos nunca demostrados-, que las usinas atómicas en funcionamiento se cierren perentoriamente, con el argumento que los “molinos de viento” y los paneles solares, las reemplazarían ventajosamente.
Pero como la única verdad es la realidad (parafraseando al principal caudillo político argentino del siglo XX), las eólicas y solares no solucionaron nada, pues sus rendimientos son bajísimos y sus costos reales por KWh son exorbitantemente caros. Hoy las “soluciones” propuestas por los fundamentalistas germanos del ecologismo cavernario, no cubren ni siquiera el 10 % de la matriz eléctrica, pese a los elevados subsidios y otras prebendarias facilidades que las sostienen (como la obligatoriedad de los despachos de carga, de incluir toda la energía eólica y solar disponible, aun relegando a fuentes más económicas.
El despilfarro de dinero dilapidado para promover las falsamente “limpias” energías eólica y solar, pudo ser soportado por las anchas espaldas del presupuesto estatal alemán…pero sin duda erosionaron su PBI y restaron eficiencia a su producción.
Pero hasta ahora, lo más costoso de los irracionales planteos de los “verdes” germanos, es el reemplazo efectivo de las centrales nucleares canceladas (no construidas). Curiosamente, ningún pseudo “ecologista” se detiene a analizar como crecieron en forma geométricamente acelerada, las importaciones de gas natural y de carbón, a consecuencia de los dictatoriales planteos ultra ecologistas impuestos como Política de Estado, ni a evaluar los altísimos costos ambientales que son consecuencia de las crecientes quemas masivas de gas natural y de carbón, a las que se ve forzada Alemania. ¿Por qué guardan silencios cómplices los pseudo ecologistas?
Queda en claro, que la hidroelectricidad no puede crecer en Alemania, no porque no quieran seguir construyendo, sino porque ya construyeron todas las usinas hidros posibles en sus sistemas fluviales.
Pero en lo geopolítico, el cuadro de situación es mucho más complicado, para la actual primera economía europea y cuarta economía mundial.
Alemania depende de sus importaciones de carbón, de sus vecinos de la UE, pero sobre todo de EEUU. Pero mucho mayor es su dependencia de las importaciones de gas natural, del cual Rusia es su proveedor principal, difícilmente remplazable, al menos en similares condiciones de fiabilidad técnica y costos.
De hecho, buena parte de la Unión Europea depende en buena medida de la provisión de gas ruso, lo cual es muy acentuado en el caso del gigante industrial germano (hasta se construyó un costoso y dudosamente “ecológico” gasoducto en el Mar Báltico, para evitar depender de Polonia o Ucrania en la traza del mismo).
Consecuentemente, la retórica belicista y cargada de amenazas de sanciones económicas a Rusia, impulsada o al menos expuesta por EEUU, no cuenta con el mismo nivel de entusiasmo ni agresividad por parte de la UE, y menos de Alemania.
Claramente, los ecópatas alemanes, han hecho a su poderoso país, dependiente del suministro de gas natural ruso, lo cual es un verdadero talón de Aquiles, desde lo geopolítico.
Similares planteos de los ecoterroristas de Argentina, pretenden hacernos crónicamente dependientes de las importaciones de petróleo y gas natural, al atacar con irracional fanatismo a las centrales hidroeléctricas y nucleares, al oponerse a la explotación de petróleo y gas no convencional, y al pretender imponernos por la fuerza, las costosas eólicas y solares, inútiles como centrales de base, por sus limitaciones técnicas.
Y algunos políticos de baja estofa, o de muy bajo vuelo intelectual, o muy oportunistas, pretenden sacar algunos míseros votitos, a costa de hipotecar el futuro de nuestro país, al apoyar los irracionales planteos del fundamentalismo ecolátrico.
C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ

Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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