domingo, 9 de noviembre de 2014

¿ENERGÍA EÓLICA EN MISIONES? Resumen. Con mucho desconocimiento, y en varios casos con culposa mediocridad, es bastante común que desde operadores del ecofundamentalismo, así como desde sectores vinculados con la generación termoeléctrica (en base a hidrocarburos), recurrentemente se sostiene –tan enfática como irracionalmente- que “la energía eólica puede reemplazar ventajosamente a las grandes hidroeléctricas”. Quede en claro que las deficiencias de las mal llamadas “renovables” (eólicas y solares) son tantas, que deben estar respaldadas por algún tipo de usinas convencionales de base, y ahí es donde “se enganchan” las termoeléctricas. Recordemos que usinas de base son solo de tres tipos de: hidroeléctricas, nucleares y termoeléctricas. Como el ecologismo cavernario (generosamente financiado por petroleras transnacionales) se opone sistemática e irracionalmente a las dos primeras, en los hechos favorecen seguir quemando petróleo y gas…para beneplácito de las petroleras y otros negocios paralelos, como los transportistas de combustibles, etc. Las osadas e infundadas afirmaciones de reemplazos de hidros por eólicas, se sostienen desde lo puramente emotivo; pero adolecen de una total falta de sustento técnico y/o científico. En Misiones y todo el NEA, las eólicas solo pueden operar como muy costosos “adornos”, de dudoso valor estético, pues no hay vientos permanentes. Suponer que las necesidades eléctricas del NEA se suplirían con las eólicas de La Patagonia y/o de la costa marítima, es desconocer las particularidades y limitaciones técnicas propias de la logística eléctrica; además del hecho insalvable, que las eólicas no pueden operar como centrales de base de ningún sistema eléctrico. Tras bambalinas, políticos de bajo vuelo buscadores de votos fáciles, y operadores diversos que lucran con las instalaciones de más usinas termoeléctricas, fogonean al ecoterrorismo en sus irracionales campañas de oposiciones totales a las hidroeléctricas; pues cada año de demora en las construcciones de hidroeléctricas, obliga a instalar más costosas y muy contaminantes usinas devoradoras de petróleo y gas, hidrocarburos que por cierto no nos sobran, y que aunque los tengamos en abundancia, lo lógico es economizarlos en la mayor medida posible. Desarrollo del tema. Recurrentemente, algunos agitadores del fundamentalismo ecologista, afirman que “con eólicas se reemplazarían ventajosamente a las grandes hidroeléctricas” proyectadas en Misiones y cercanías (Garabí, Panambí, Corpus). Eso es falso de falsedad absoluta, como sintéticamente se expone seguidamente: Las dos variables a ser analizadas en el Sector Eléctrico son la Potencia Instalada y la Generación Media Anual. Analizando la Potencia Instalada, no es lo mismo la Potencia Teórica Máxima de un tipo de equipamiento, que la Potencia Firme Disponible. La Potencia Firme Disponible en las eólicas es inexistente, pues se reduce a cero al no existir ningún mecanismo que garantice disponer de vientos cuando se los necesite, y de la calidad necesaria. El ser humano no controla los vientos, los cuales deben tener un rango determinado, de entre 15 a 90 Km. por hora. En cambio, las usinas de base (entre ellas las hidroeléctricas) aseguran un piso de potencia firme, predecible y por ende programable. Por ende, en la variable Potencia Instalada, ya las eólicas quedan fuera de competencia, sirviendo tan solo como complementos. En lo referente a la energía media anual, los rendimientos demostradamente obtenidos en las hidroeléctricas instaladas en grandes ríos –de caudales relativamente estables-, son muy superiores a las hidros ubicadas en ríos de montaña, pues estas últimas están sujetas a fuertes estacionalidades por deshielos. Según los casos, esos rendimientos se ubican entre 55 % al 85 % de la máxima teórica (este último valor se toma considerando el funcionamiento a pleno, de todas las turbinas, las 24 horas todo el año). Los rendimientos de las eólicas, en regiones y países con antigüedades suficientes para poseer datos históricos fehacientes, se ubican en el mejor de los casos, entre 20 a 25 % (incluyendo en ello los tiempos muertos por las reparaciones mecánicas y reemplazos de palas y otros componentes). Las comparaciones entre los rendimientos de hidroeléctricas y eólicas, revelan que para producir –en teoría- similares magnitudes de energía, las Potencias Instaladas de las eólicas deben triplicar o incluso cuadruplicar las magnitudes de potencia de las hidroeléctricas. Por caso, para generar –en teoría- el mismo volumen de energía que Garabí – Panambí, la Potencia Instalada eólica debería multiplicarse por 3 o por 4, si el NEA fuese una región con vientos permanentes…pero peor aún, ese no es el caso. Garabí – Panambí tendrá en conjunto 2.200 MW, de lo cual el 50 % será de Argentina, 1.100 MW de Potencia Instalada. O sea, que si el NEA fuese una región propicia para las éolicas, esos 1.100 MW hidros, se “suplantarían” por entre 3.300 MW a 4.400 MW eólicos. Pero más aún, ni Misiones ni todo el NEA están indicados como una región de ventosidad permanente y suficiente, los analistas serios del tema no arriesgan cifras teóricas, las que con seguridad mostrarían rendimientos muy inferiores por caso a los estudiados en La Patagonia. Como si fuera poco, la ruinosa capacidad de generación eólica esperable del NEA, debe también ser evaluada desde la incapacidad de las éolicas para operar como usinas de base. Su nunca segura disponibilidad, y las oscilaciones de voltaje, solo les permite operar como complementos. Es decir que, tal como sucedió en Alemania, si se apostara por las falsas “soluciones” de las eólicas, veríamos multiplicarse las usinas termoeléctricas, devoradoras de gas o petróleo, para felicidad de los intereses creados en torno a ese tipo de usinas (las termoeléctricas), y para ruina del mercado eléctrico argentino. Con la diferencia, claro está, que en Argentina no contamos con las anchas espaldas económicas y financieras, que permiten al gigante económico germano, darse “el lujo” de importar siderales y crecientes cantidades de combustibles. Claro que los alemanes pagan el costo geopolítico de depender del gas ruso, y del carbón polaco y norteamericano. Volviendo a Argentina, es descabellado presuponer que con generación eólica patagónica, podrá abastecerse el consumo eléctrico del NEA. No puede omitirse el hecho –indiscutible- que en solo dos décadas, el incremento del consumo de Misiones, será equivalente al total de la parte argentina de Garabí – Panambí. Es decir que es falso el otro argumento, según el cual la energía de esas grandes hidroeléctricas no será producida para la región. Las eólicas, como complementos –no como base- pueden y deben instalarse en zonas aptas, como la costa atlántica y La Patagonia. Vamos a necesitar todos los tipos de energía disponibles. Pero los países coherentes, dan prioridad a las más económicas que sirven como centrales de base. Es una incoherencia –fomentada por las transnacionales del ecologismo fundamentalista-, frenar las usinas hidroeléctricas y nucleares, pues esa suicida decisión, nos obligaría a gastar cantidades descomunales de costosos y muy contaminantes petróleo y gas natural, condicionando severamente nuestra capacidad de desarrollo. Aunque la gente desinformada se resista a admitir, o ni piensan en ello; y ni les importe a los políticos de bajo vuelo o directamente mercenarios, el objetivo real de esas ONGs transnacionales británicas, es frenar nuestro desarrollo, hacernos volver a superados estadios de subdesarrollo crónico, para fragmentarnos y volver a manejarnos con facilidad, como esa potencia imperial lo hizo en la mayor parte de nuestros 2 siglos y poco más de historia nacional. Por eso, esas ONGs británicas y otras manejadas desde el G 7, atacan a nuestro Plan Nuclear, y al aún vacilante Plan de Obras Hidroeléctricas; pues sin energía segura y económica, no podremos desarrollarnos. C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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