viernes, 23 de enero de 2015

LOS QUE BUSCAN REEDITAR LA PLAZA MAIDÁN EN ARGENTINA El molde destituyente aplicado en las “revoluciones de color”, nuevamente se intenta utilizar en Argentina. La Plaza Maidán, en Ucrania fue el epicentro de las concentraciones de manifestantes, casi con seguridad “autoconvocadas” por bien orquestadas campañas en las redes sociales, con serios indicios (o certezas) de las participaciones de agitadores profesionales, y con francotiradores que añadieron las cuotas de sangre, y subsecuente miedo e indignación, más la participación de políticos con buena llegada mediática e imágenes con cierta convocatoria (como Yulia Timoshenko), luego desechados; con todo lo cual forzaron el derrocamiento del presidente constitucional, completando eso con una rápida jugada política, en un parlamento funcional (o cómplice); contexto en el cual muy rápidamente instalaron otro gobierno, de signo político y orientación geopolítica diametralmente opuesto. De un gobierno con fuertes afinidades con Rusia, se pasó a otro claramente subordinado a “occidente” (EEUU-UE-OTAN). Se percibe nítida la estrategia de EEUU y sus aliados de rodear las fronteras rusas con regímenes anti rusos, y amenazantes tropas e instalaciones de la OTAN. Fue uno más de los varios alzamientos preorquestados, bautizados como “las revoluciones de colores”, las que con formatos casi calcados se extendieron por el norte de África y el Medio Oriente, replicando en Venezuela, en Hong Kong; y con otros contextos en varios países de la doliente África. Lejos de apaciguarse la situación, la violencia en Ucrania no cesa, y hay signos que podría incrementarse, con actores como la OTAN, dispuestos a “poner leña al fuego”. Solo para contextualizar el complejo conflicto, claramente es hoy uno de los ejes de la reeditada guerra fría, con otros “puntos calientes” como Siria, Iraq y Afganistán; más otros actos de extrema violencia en Nigeria y otros países de África. Guerra fría que hoy no es ideológica, sino de connotaciones casi excluyentemente geopolíticas. Nítidamente, la abrupta baja en los precios del crudo, es una fuerte apuesta dentro del marco de la guerra económica, que es otro de los ámbitos de la “guerra global”, en la cual incluso varios pensadores de EEUU y del riñón del G 7 (las potencias hoy en problemas económicos y/o decadencia), indican que algunos influyentes están dispuestos a tensar la cuerda, aún a riesgo de un conflicto de derivaciones catastróficas. Ante semejante desatino, no pocos recuerdan que fue la Segunda Guerra Mundial la que permitió a EEUU salir de la crisis del ’30 y posicionarse como la gran potencia económica y militar. Pensadores como Noam Chomsky y Thierry Meissan expresaron sus fuertes preocupaciones, ante planteos conducentes a ideas similares, por parte de “los halcones” de EEUU y algunos de sus socios. La OTAN muestra algunas fisuras, más allá del núcleo duro neocolonialista, conformado por EEUU, Francia y Gran Bretaña, con apoyaturas de potencias militares intermedias, como Australia, Saudí Arabia, Japón, Corea Del Sur y otros. Haciendo trizas planteos propios del mundo unipolar de fines del siglo pasado, la clara y muy oportuna alianza entre dos pesos pesados, como son China y Rusia –concretada al arreciar las presiones económicas sobre Rusia-, más el mayor acercamiento a ambas potencias de otro gran actor geopolítico que es India, conforma un mega bloque político-económico-militar; el cual claramente no se subordina a las acciones dictatoriales de las potencias neocolonialistas. A ese conjunto se adicionan otras potencias intermedias, como Bielorrusia, más la alianza del Mar Caspio (que además de Rusia, integran Kazajistán, Azerbaiyán, Turkmenistán, e Irán); a lo que debe añadirse el supuestamente impredecible rol de Norcorea como potencia nuclear, y potencialmente otros actores menores. Diversos acuerdos políticos, económicos y militares (no todos van de la mano), se firmaron o se están gestando en diversos lugares, como los que involucran a los Estados del sur de Asia, donde la puja de colosos se verifica centralmente entre China y EEUU, con varios actores de crecientes importancias. En África Subsahariana, los esfuerzos de muchos de los numerosos Estados parecerían luchar por salir del subdesarrollo crónico, pero se encuentran con las carencias de todo tipo y las resistencias estructurales –así sean pasivas- que el propio subdesarrollo provoca. Con muy bajo perfil, China anudó acuerdos comerciales con casi todos esos Estados, desplazando a EEUU y a la UE por la relevancia económica. Pero la inestabilidad política y las intervenciones militares directas de las potencias neocolonialistas –en particular Francia-, más de seguro múltiples intervenciones encubiertas, más el accionar disolvente de ONGs transnacionales “ecologistas”, y el componente de conflictos de base o excusa religiosa, ponen un manto de dudas acerca de como evolucionará el rol geopolítico del África Central y del Sur. No parece casual que Nigeria –gran exportador de crudo-, sea uno de los focos de violencia, en el cual grupos islámicos fundamentalistas con vinculaciones transnacionales –con evidencias o fuertes suposiciones de ser “creaciones” de las potencias occidentales-, podrían ser el germen de una fragmentación política que de concretarse, debilitará a ese país, que en algún momento pareció llamado a ser importante potencia regional. En el norte de África y el Asia cercana, las mediáticas “revoluciones de colores” lograron cambios políticos internos, que eliminaron gobiernos poco dóciles o “no confiables” para las potencias “occidentales”, facilitando en gran medida el acceso a los hidrocarburos de Argelia, Libia e Iraq, a las petroleras de EEUU y la UE. Por su parte, las petro monarquías del Golfo Pérsico están alineadas con EEUU y la UE. Eso confiere un rol estratégico particular a otros exportadores o potenciales exportadores de petróleo y gas natural, siendo el acceso a esos yacimientos un seguro foco conflictivo de interés geopolítico. En todo ese delicado y volátil contexto internacional, los profundos cambios operados en Íbero América y El Caribe, adquieren importancia relevante; si bien dichos cambios están siendo fuertemente resistidos por actores internos ultra conservadores y por presiones externas visibles y encubiertas, que claramente quieren retrotraer la situación al statu quo anterior, de “alienación automática” de EEUU y la UE. Hoy Íbero América dejó de ser el monocorde patio trasero de EEUU, el furgón de cola del accionar geopolítico de la mega potencia continental. Sin desmerecer un ápice a las otras naciones hermanas de la región, queda claro que en Sudamérica tres de los actores claves son Venezuela, Brasil y Argentina, tanto por el peso de sus economías como por sus dinámicos roles exportadores, y otros factores concomitantes. Varios “espejitos de colores” pretenden realinear nuestros países a las influencias neocolonialistas, con el beneplácito de sectores internos oligárquicos ultra conservadores, con el fogoneo de grandes grupos económicos y corporaciones mediáticas, y con sectores mentalmente cooptados o doctrinalmente muy confusos, como cierta clase media quejosa carente de memoria histórica, y los fuertes resabios de la doctrina de la seguridad nacional y sus cerrados encasillamientos, que tanto daño hicieron produciendo el arquetipo del colonizado mental clasificable como “patrioteros de bandera”, quienes en los hechos continúan siendo buenos ciudadanos…subordinados a EEUU, y son cerradamente incapaces de razonar con un mínimo de objetividad. Entre esos “espejitos de colores”, están las presiones para firmar tratados de libre comercio, como el que pretende rubricar la muy proteccionista Unión Europea, como quiso EEUU a comienzos de siglo, y como forzarían las adhesiones a otras alianzas regionales, como la del Pacífico, la cual como Caballo de Troya acciona contra el Mercosur, la Unasur y la Celac. En la misma línea están las constantes presiones por reimplantar el neoliberalismo (al estilo del muy perverso “noventismo” de Argentina), que solo trajo escandalosa concentración de la riqueza, caída del PBI, aumento brutal de la desocupación, desindustrialización, extranjerización de la economía, entrega vergonzosa de la soberanía y consecuente desdibujamiento de todo rol geopolítico propio. Esos mismos grupos internos afines a la subordinación explícita a EEUU y la UE (como llegaron a manifestarse “caceroleros” de clase alta de Argentina, y como evidencia todo el accionar histórico de entidades oligárquicas y ultra conservadoras, como la Sociedad Rural Argentina), evidentemente no terminan de ver con buenos ojos las recientes alianzas estratégicas, que China y Rusia rubricaron con varios países de nuestra región, entre ellos el nuestro. Sin pretender de ningún modo una ruptura con la tríada del Poder “Occidental” (el G 7 más otros componentes de la UE y actores menores), es evidente que esas alianzas estratégicas con los dos colosos de oriente nos son sumamente importantes a nuestros países, y también a Rusia y China. Entre otros factores muy relevantes, suele pasar desapercibido para analistas superficiales, así como ocultado por mercenarios de la comunicación, que no tenemos ningún conflicto real, ni visiblemente ninguno potencial, con esas dos principalísimas Potencias Emergentes; como sí ocurre en cambio con la Unión Europea y EEUU, que no solo avalan las tropelías británicas en el Atlántico Sur, sino que amenazaron con internacionalizar la Amazonia, además de múltiples otras presiones en muchos casos descaradas y brutalmente agresivas, como la iniciativa de “sancionar a Argentina” propuesta por personeros de EEUU, por el muy confuso –y doloroso- caso Nisman; que no fue por cierto el único caso de abierta injerencia externa en cuestiones estrictamente internas de la República Argentina. Las fuertes acciones de claro corte subversivo y destituyente, implementadas por los poderes ultra conservadores (en lo político) y ultra neoliberales (en lo económico), en contra de un gobierno legítimo, abarcaron una amplia gama de constantes agresiones mediáticas, persistentes campañas en las redes sociales, más de media docena de golpes de mercado especulativos, un feroz paro de la oligarquía campestre, acciones de esmerilado de anónimos sembradores de odios y usinas de rumores, maniobras de desabastecimientos, acciones desestabilizantes de ciertos jerarcas sindicales, cacerolazos “del tipo del Barrio Norte” (sector de Buenos Aires, de muy alto poder adquisitivo) con bajas repercusiones sociales; y ahora el intento de reeditar o promover acciones del tipo de la Plaza Maidán, montadas sobre la poco o nada fundamentada denuncia contra el gobierno y la súbita muerte del denunciante. Por cierto lamentable muerte que es muy funcional al arco opositor de corte neoliberal, a la oligarquía destituyente y siempre antinacional, y a quienes tras bambalinas los impulsan. ¡Vienen por reimponer los negociados infames del neoliberalismo, apropiarse de nuevo de todas nuestras abundantes riquezas, desarticularnos definitivamente como Estado soberano, y por convertir en letra muerta el Mercosur, la Unasur, la Celac, y los acuerdos estratégicos con Rusia y China! C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

viernes, 16 de enero de 2015

TARIFAS ELÉCTRICAS Y FEDERALISMO CONCRETO Recurrentemente opinan, y habitualmente en forma sesgada y tergiversada, alguno o todos los autodenominados “ex secretarios de energía de la democracia”, rimbombante denominación que se ajustaría más a la verdad si se dijera “…de la partidocracia neoliberal”, pues ejercieron sus funciones como parte del neoliberalismo apátrida, el mismo que siguiendo los dictados de la Banca extranjera, mandó privatizar por monedas a la Empresas del Estado, a los apurones, y privilegiando desmesuradamente a adquirentes extranjeros; motivo por el cual más que privatizaciones se trató de extranjerizaciones forzosas, y por moneditas. Además en esos años, se desguazaron todos los entes que pudieron destrozar, como el caso de la muy importante Agua y Energía Eléctrica. Recordemos que también quisieron destrozar la Comisión Nacional de Energía Atómica, tirando por la borda todos los valiosísimos conocimientos del Sector Nuclear. Afortunadamente, si bien hicieron mucho daño, no lograron su cometido de privarnos de ese importantísimo ente tecnológico, de relevancia mundial. Sin duda en el cuarto de siglo neoliberal (1976-2001) estuvo en vigencia una cruel reedición del Plan Morgenthau, esta vez buscando primarizar y desarticular completamente a la economía argentina, como paso previo a la balcanización en media docena de paisitos inviables y fácilmente manipulables por el Poder Plutocrático Transnacional, y por las Potencias del G 7, que por esos años eran el excluyente oligopolio del poder económico global. A favor de esos perversos objetivos, trabajaron activamente, entre otros, los “8 ex secretarios de energía…”, más bien los enajenadores/destructores sistemáticos del Sector Energético Argentino, entre otras “lindezas” avalando el vaciamiento sistemático de los importantes yacimientos de petróleo y gas que poseíamos, y haciendo la vista gorda a la falta de inversiones contractuales de los “privados” (léase extranjeros) que se quedaron con nuestras Empresas del Estado. Pero bajo el “blindaje” mediático, que oculta la sumatoria de tropelías, desaciertos y acciones intencionalmente antinacionales, de esos personajes, autoerigidos en “censores” de La Energía Argentina, recurrentemente opinan, recibiendo los favores de las amplias difusiones, y de las férreas censuras de “esos” medios, a toda opinión que tan siquiera pueda rozar o cuestionar –así sea tangencialmente-, las prédicas disolventes de dichos personeros del proceso sistemático de destrucción de Argentina, que con toda justicia fuera llamado el neoliberalismo salvaje. Precisamente de esos “ocho ex”, el más locuaz, recurrente opinador, y el que incluso cometió el acto de traición a la patria que fue ser testigo a favor de una empresa extranjera y en contra del Estado Argentino (prototipo del cipayo asumido, diría Don Arturo Jauretche), el economista Daniel Montamat, vuelve al ruedo dando opiniones que nadie se las pidió y que nada positivo aportan, en este caso acerca del congelamiento tarifario por un nuevo año, acordado por Misiones con el Estado Nacional, en el marco de las medidas tomadas para frenar la inflación y lograr la reactivación de la economía argentina. Como era de esperar en un operador mediático que acciona como opositor al actual gobierno nacional, y promotor del neoliberalismo a ultranza, al cual demostró ser tan afecto (y tan funcional) el mencionado experto energético, fue crítico en contra del acuerdo de congelamiento tarifario, recientemente aprobado entre Misiones y La Nación. Como suele suceder, las explicaciones que da son marcadamente sesgadas, muy fuera de contexto. Si bien debemos coincidir que salir del esquema de subsidios será dificultoso (es sabido que es más fácil implementar un subsidio que anularlo), lo real es que las medidas de economía heterodoxa aplicadas desde 2003, demostraron ser en esencia positivas, con fuerte crecimiento del PBI y desarrollo tangible en casi todas las áreas socio económicas argentinas. Por el contrario, la cerrada ortodoxia económica, tozuda y cruelmente aplicada sin solución de continuidad (excepto la breve actuación de Grinspun, al comienzo del alfonsinato) entre 1976 y 2001, no solo tuvo resultados perversamente negativos, primarizando la economía argentina, provocando miseria, desocupación masiva, fuerte caída del ingreso de los asalariados, éxodo masivo de población –sobre todo la muy calificada-, sino que incluso nos llevó de bruces a la crisis terminal de 2001/2002, de la cual de milagro no lograron el objetivo de fragmentarnos en media docena de dóciles republiquetas, previa feroz guerra civil, que gracias a Dios no lograron consumar. Las opiniones de Montamat, más allá de generalidades que abonan a la complejidad y falta de transparencia, se basan en los siguientes ejes. - Critica la política de congelamiento tarifario, pero no da ninguna alternativa excepto implementar cuanto antes violentos tarifazos. Por supuesto que si se implementaran esos tarifazos, todos los voceros del neoliberalismo se apresurarían a criticarlo, incluidos “los ocho ex…”. Es la vieja metodología de “La Gata Flora”. - Presupone (sin decirlo explícitamente) un avasallamiento a la provincia, “porque implica que desde el gobierno central se decida qué obra de infraestructura se hace y en qué tiempos”, pasando por alto que desde siempre las provincias de economías más pequeñas, han necesitado los aportes del Estado Nacional para sus inversiones en infraestructura, y por cierto el Sector Energético no es la excepción. Claramente en Misiones (como en casi todas las provincias), en los años precedentes hubo menos inversiones en Transmisión y Distribución, que las que hizo necesarias el fuerte incremento del consumo, motivado a su vez por la clara reactivación económica operada desde 2003. Y es conocido que el Estado Nacional realizó recientemente considerables aportes, para obras imprescindibles, como por caso la costosa nueva línea de alta tensión entre la ET San Isidro, cercana a Posadas, hasta Puerto Mineral. Lo que no dice Montamat, es que durante su gestión y la de los ocho ex secretarios de energía del neoliberalismo, el Estado Nacional fue recurrentemente el gran ausente, por caso con cero inversiones en el SADI (Sistema Argentino de Interconexión), pues claramente todas las acciones (o poco menos) estaban puestas en facilitar las condiciones del “negocio” de privatizar de apuro todo, cuanto antes y al como sea; mientras que a la vez se afanaban en “tapar agujeros” a la desesperada, como en la crisis eléctrica acaecida al tormentoso fin del alfonsinato. - Critica las fuertes “subvenciones al revés” que benefician injustamente en exceso a los usuarios de Capital Federal y Gran Buenos Aires, pero “cuidadosamente” omite precisar que esa muy inequitativa realidad, es de muy vieja data en Argentina; un problema estructural de décadas. Cabe recordar que ya Martínez de Hoz, vista su incapacidad para reducir la hiperinflación, implementó un sesgado índice que solo consideraba los muy bajos consumos de Capital Federal, distorsivamente muy subvencionados. Y hace al menos medio siglo, sino más, que por motivos políticos (el gran caudal electoral de la mega ciudad), nadie termina de “ponerle el cascabel al gato” anulando o morigerando significativamente los fuertes subsidios que benefician exageradamente a los usuarios porteños. Montamat y su gente no han sido la excepción. ¿Tiene autoridad para criticar…? - Cuidadosamente omite mencionar, y menos aún explicar, que las enormes diferencias estructurales de costos, entre las empresas distribuidoras de energía del enorme mercado de Capital Federal y el Conurbano, respecto a las empresas distribuidoras eléctricas provinciales, son siderales. Mercado concentrado, alta densidad de usuarios, grandes usuarios industriales y de servicios, mayor poder adquisitivo promedio de los consumidores, y tamaños de empresas que permiten importantes economías de escala, son factores positivos a favor de EDESUR y EDENOR; mientras que lo opuesto ocurre en los casos de EMSA y otras empresas distribuidoras de las provincias excluidas del privilegiado triángulo industrial argentino (Buenos Aires-Santa Fe-Córdoba), con unas pocas excepciones. Por supuesto no puede omitirse el hecho real, que en las provincias marginales, como Misiones, varios componentes de las empresas eléctricas suelen estar hipertrofiados, con sus directas consecuencias en las estructuras de costos. Con la estructura de costos de EMSA (y lo mismo en otros entes eléctricos provinciales), aunque la energía utilizada sea gratis, sus costos operativos totales no serán competitivos; y esto no es ningún secreto. Pese a lo mucho que creció Misiones en los últimos años, nuestra economía provincial sigue siendo primaria y esencialmente subdesarrollada. En ese marco, es complejo asegurar trabajo efectivo a toda la oferta laboral, y será imperiosa la industrialización y el desarrollo de actividades terciarias más complejas, para tener trabajo disponible para nuestra creciente población. En ese innegable contexto, las constantes propuestas “en contra de…”, de los sectores del ecologismo cavernario (muy afín al neoliberalismo), solo aseguran el subdesarrollo crónico y la desocupación creciente, que ni siquiera el desempleo disfrazado como el descripto podrá disimular. Nada de esta compleja realidad, fue descripta por el mencionado opinante energético, promotor de la termoelectricidad, privatizador a ultranza, y claro operador de los intereses antinacionales (tal como demostró su accionar). C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

domingo, 11 de enero de 2015

ATENTADO Y DOBLE RASERO NEOCOLONIALISTA Deplorables y totalmente repudiables el atentado reciente y los otros hechos de violencia asociados, perpetrados en Francia, con el lamentable saldo de muchas víctimas y la profunda conmoción y muy justificado estupor generalizado. Los motivos reales de tan crueles acciones, generan muchas dudas, habida cuenta que suele ser muy común que se entrecrucen varias hipótesis, no descartándose tortuosas operaciones encubiertas, del tipo de “falsa bandera”, como pretexto para otras acciones futuras, como cobertura o justificación de acciones precedentes, o para afectar la imagen pública de tal o cual sector. Con la confusión generalizada reinante, en cuanto a los reales móviles de tan horrendas acciones, y con la dudosa objetividad y/o falta de fundamentación bien basada que exhiben muchos de los opinantes mediáticos; constituiría una imprudencia y una irresponsabilidad, tomar como válida una de las tantas hipótesis al respecto. Pero en cambio, muy nítidamente se evidenciaron la tremenda hipocresía, el doble discurso y la búsqueda incluso miserable del infame rédito político, de algunos actores de primer nivel a escala mundial. Además, los análisis de cierto periodismo pretendidamente “serio” que juega a favor del establishment del G 7 y asociados; así como otro sector comunicacional de “la progresía” superficial o encerrada en falsos dilemas simplistas de “derechas” e “izquierdas” y otras vacuidades por el estilo; que solo resultan ser aportes a mayores confusiones o a palabrerías de muy pobre contenido. Las actitudes compungidas de Hollande, de Obama (y posiblemente de Cameron), así como las de otros lideres de “occidente”, y sus expresiones “humanistas” y supuestamente incondicionales a favor de “la libertad” y “los derechos humanos”; a cualquier persona pensante y medianamente informada, solo pueden producir rechazo, ante tan descarado doble estándar. ¿Acaso no fueron esos líderes de potencias mundiales, los que ordenaron y avalaron las agresiones sistemáticas, con violencias de todo tipo, ejercidas sin más freno que las propias limitaciones logísticas de los agresores, de las cuales salieron perjudicados muchos países del mundo, con incontables víctimas civiles y cuantiosos daños materiales, que eufemísticamente fueron minimizados ante la opinión pública como “daños colaterales”? ¿No fueron ellos o sus secuaces, quienes ordenaron asesinar a Kaddaffy y a Saddam Hussein, y a mostrar repetidamente en todos los medios, las fotos de sus cadáveres con evidencias de vejámenes y torturas, como símbolos de escarmiento y amenazas a otros que osen enfrentar al poder neocolonial? Duelen mucho las crueles y absurdas muertes perpetradas recientemente en Francia…¡pero también dolieron y duelen las muertes, mutilaciones, familias destrozadas, regiones desarticuladas y grandes poblaciones expulsadas o condenadas a la miseria y el desarraigo, en Afganistán, Iraq, Libia, Siria, Somalia, Sudán, Congo, Nigeria, Sierra Leona, Costa de Marfil, Senegal, Eritrea-Etiopía, Medio Oriente y otros; sin olvidar el caos montado en Ucrania, los desórdenes prearmados en Venezuela, los intentos secesionistas en Bolivia y el frustrado magnicidio con mercenarios extranjeros, el abortado golpe de Estado e intento de magnicidio contra Correa en Ecuador, y algunos otros hechos similares; y por supuesto, viendo con profunda preocupación el prefabricado conflicto “mapuche” y otros similares de corte ultra indigenista, que en Argentina están creando perversa y sistemáticamente las condiciones para una guerra civil, que de no frenarse a tiempo será la excusa perfecta para una invasión de la OTAN desde Malvinas o desde otros puntos. Varios analistas geopolíticos advirtieron acerca de la notable multiplicidad de factores que pudieron ser las causales de los crueles hechos acaecidos en Francia, no descartándose la posibilidad que haya sido una acción de “falsa bandera”, un siniestro operativo para justificar agresiones precedentes y posteriores, por parte de la OTAN, y particularmente por las potencias neocolonialistas –Francia, Gran Bretaña, EEUU-; como la largamente anunciada agresión masiva contra Siria y después contra Irán; y/o una excusa valedera para cerrar las fronteras y expulsar indeseables de la Unión Europea, u otras medidas drásticas por el estilo. Tampoco puede omitirse el hecho que sin perjuicio de existir sectores fundamentalistas en todas las religiones –y el islam no es la excepción, por cierto-, pese a ello existen muchos indicios o pruebas concretas, que diversos grupos violentos que sustentan premisas extremas islámicas (con prácticas como asesinatos masivos de cristianos), serían en verdad creaciones de las agencias de inteligencia de las citadas potencias colonialistas; grupos formados por mercenarios y aventureros varios, armados y financiados desde el mismo “occidente democrático y humanista” que los usa para las tareas sucias. Turbio, confuso y siniestro, es el real cuadro de situación, en torno a la violencia brutal y desalmada desatada en Francia. Por supuesto, el tema permite realizar otros análisis. Entre los muchos confusos crónicos –y por cierto muy perjudiciales para nuestro país, pues siembran odios y más caos conceptuales e ideológicos-, están por una parte, los de la “progresía” fuera de foco, esos que Jauretche llamaba “los mitro marxistas” (x), que desde “las izquierdas” siempre son funcionales a los intereses antinacionales; y desde las supuestas antípodas, los “patrioteros de bandera”, con los cerebros fritados y perforados por los cursos de la Escuela de las Américas (xx) y otros similares, que en sus cerradas confusiones mentales, se suelen proclamar “liberales nacionalistas” (¡brutal contradicción!), y tozudamente, siguen reivindicando al perverso “proceso” (xxx) de 1976 y otros esquemas goriloides (xxxx) similares. Esos mismos confusos crónicos usan y abusan de las muletillas de “izquierdas y derechas”, ignorando o pretendiendo ignorar, que esas obtusas clasificaciones dieciochescas –de la Revolución Francesa”-, operan como engañifas para confundir incautos; siendo muy claro que lo que realmente importa, es verificar quienes actúan en favor de los Intereses Nacionales, y quienes son simples agentes, mercenarios o acomodaticios varios, al servicio de intereses foráneos. Ese elemental concepto, con su acostumbrada maestría, lo definió Jauretche, hace más de medio siglo. Así como los patrioteros de bandera, con años de “picadora de seso” operando en sus obtusos razonamientos, terminan siendo simplemente buenos ciudadanos…norteamericanos, añorantes de la “madre patria” anglosajona (pero hinchan el pecho cantando el himno argentino, luego de operar en contra de los Intereses Nacionales, sin darse cuenta siquiera); de la misma forma los mitro marxistas (marxistas que se basan en la historia mitrista para analizar la realidad argentina), y otros “progres” varios fuera de foco, son capaces de repetir largas parrafadas de Marx o de Gramsci, y de citar ejemplos históricos de la vieja Europa decimonónica, pero son por lo general totalmente incapaces de entender la realidad nacional sin las anteojeras distorsivas de sus cerrados preconceptos. Ninguno de esos confusos, entiende que los “socialistas”, laboristas y similares “de izquierda” europeos son apenas un tinte levemente diferente del mismo tenor neocolonialista, con el que siguen operando las tres potencias mencionadas, más la Unión Europea como bloque y la OTAN como su siniestro brazo armado, presto también para dar el zarpazo en nuestras latitudes sudamericanas. Mientras tanto, las muy generosamente financiadas ONGs ecologistas, indigenistas, derecho humanistas, y similares, siguen preparando el terreno de la disolución nacional, montándose sobre el engaño de sus campañas, más la ignorancia y la ingenuidad de muchos de nuestros compatriotas; además de las complicidades de inescrupulosos mercenarios del periodismo y del arribismo a cualquier costo de politiqueros de muy baja estofa, que en deplorables acciones compiten por lograr favores y apoyos de esos agentes de los intereses antinacionales. (x) Bartolomé Mitre, político, militar, ex presidente, periodista, historiador. Agente de los intereses británicos en Argentina, tal como demuestra su accionar. Fundador de una corriente histórica, el academicismo, que en base a rebuscadas interpretaciones y versiones de dudoso o nulo fundamento, tergiversa la historia argentina en una versión “edulcorada” y falaz, que ha sido instrumento principalísimo de la colonización cultural pro británica en Argentina. El marxismo vernáculo hace sus interpretaciones locales basado en la historia mitrista. (XX) Institución norteamericana, de formación y adoctrinamiento (colonización cultural) de los militares de Íbero América y El Caribe. Entre otros hechos, impuso la perversa Doctrina de la Seguridad Nacional. (xxx) Proceso de Reorganización Nacional, autodenominación del gobierno cívico-militar que usurpó el poder entre 1976 y 1983; de orientación neoliberal, subordinado a los poderes financieros transnacionales, pro oligárquico y marcadamente antinacional, que destrozó la economía y el tejido social argentino. (xxxx) “Gorilas” es el apelativo de los golpistas de 1955 en Argentina, quienes instigados, armados y provistos de logística británica, perpetraron el asalto al poder, bajo orientación liberal, oligárquica, antiindustrialista y sectariamente antipopular. C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

lunes, 5 de enero de 2015

EL PETRÓLEO COMO ARMA GEOPOLÍTICA El petróleo, y en menor medida el gas natural como combustible hidrocarburífero alternativo y en plena expansión, claramente muestran niveles y fluctuaciones de los precios, que poco o nada tienen que ver con sus respectivas estructuras de costos. Algo similar ocurre con el otro combustible fósil, el carbón, en sus distintas variedades; pero por sus mayores dificultades logísticas y sus mayores índices de polución, sus curvas de evoluciones de precios no “copian” directamente los cambios operados en las cotizaciones del petróleo. Por las mayores facilidades logísticas, y por seguir siendo el combustible fósil preponderante, además de las dificultades técnicas considerables que involucraría implementar un cambio fundamental en la matriz de consumo de algunos grandes grupos de consumidores (como todos los vinculados con el transporte, y partes importantes de los parques de generación eléctrica), y los problemas técnicos y logísticos que en muchos casos impiden o dificultan los reemplazos de petróleo por gas natural, en los sistemas de generación eléctrica y otros consumidores; por todo ello el petróleo sigue siendo “el combustible” por excelencia. El consumo de carbón para generación eléctrica es considerable en varios países (China, EEUU, Alemania, Ucrania, India, etc.), y el gas natural, donde existen redes de gasoductos, llega a ser muy importante, creciendo también mucho el transporte marítimo en grandes buques metaneros; pero actualmente, y posiblemente por varias décadas, no podrán sustituir el rol insustituible que el petróleo tiene en importantes nichos de consumo, por lo que el alto valor estratégico del mismo perdura. Sería abrumadoramente extenso citar los numerosos conflictos bélicos, revoluciones y derrocamientos de gobiernos, que clara o encubiertamente tuvieron como motivación principal el manejo de importantes cuencas petroleras. Por varias décadas el petróleo fue manejado a discreción por un puñado de mega petroleras anglosajonas, las que luego de fusiones, absorciones y otras maniobras oligopólicas con violencias de todo tipo, prefirieron evitar más enfrentamientos entre ellas, sellando el pacto que dio origen al oligopolio conocido como “Las Siete Hermanas”, rubricado en Achnacarry, Escocia, en 1928. Fue Enrico Mattei quien dio ese mote al cartel petrolero, pagando con su vida su inquebrantable voluntad de no subordinar el ENI –Ente Nazionali Idrocarburi-, a “Las Siete Hermanas”; enfrentándose a las presiones de todo tipo, que son moneda corriente en ese nivel de intereses financieros y estratégicos. El surgimiento de la OPEP cambió drásticamente la realidad geopolítica mundial, y por algún tiempo buena parte del Poder Real estuvo en manos de los Estados que siendo muy importantes exportadores, se decidieron a manejar por si mismos la producción y comercialización del estratégico fluido. Constituida en 1960, el accionar de la OPEP recién comenzó efectivamente en 1970, forzando subas del precio del barril del petróleo, que de valores irrisorios pasó a ser un componente relativamente caro –e insustituible- de la economía mundial. Claramente, el petróleo fue utilizado como arma geopolítica por los países árabes y musulmanes, como elemento de presión contra los países que habían apoyado a Israel en las precedentes guerras. Y el aluvión de ingresos adicionales en las arcas de los países de la OPEP, además de las consecuencias económicas positivas para esos países, tuvo claras connotaciones geopolíticas, a escala global. La economía del derroche (muy bien definida por Vance Packard en “Los Artífices del Derroche”), que caracteriza a las economías postindustriales, fue seriamente afectada por algún tiempo. Luego hubo varias fluctuaciones, algunas acentuadas, en los precios del petróleo. Claramente respondieron a factores geopolíticos, más que económicos. Ya antes las petroleras estatales cobraron preeminencia en muchos Estados dotados de criterios geopolíticos propios, no dejándose engañar por la prédica liberal, con sus falaces muletillas erigidas en dogmas pretendidamente incontestables, como “la eficiencia privada”, “la mano invisible del mercado”, “la ineficiencia crónica del Estado”, “la correcta asignación de recursos del libre juego de la oferta y la demanda”, y otras tantas mentiras utilizadas por las potencias imperiales de turno como instrumento de colonización cultural, dominación política y subordinación económica. Desde la Primera Revolución Industrial y el surgimiento de la doctrina económica liberal, la misma fue usada como arma ideológica, primero por Gran Bretaña; después las pocas potencias de la Segunda Revolución Industrial (fines del siglo XIX); luego la preeminencia de EEUU con británicos como aliados-subordinados principales; posteriormente el núcleo duro que era el G 7 con asociados menores como algunas potencias intermedias de la UE; actualmente las potencias neocolonialistas; y en el futuro, muy posiblemente, un marco geopolítico de notable complejidad. Todos predicaron liberalismo y practicaron diversas formas de proteccionismo. Todos afirmaron que el petróleo es una simple materia prima como cualquier otra, pero actuaron considerándolo un bien estratégico insustituible. La vieja táctica del doble discurso… Con varias petroleras estatales convertidas en jugadores internacionales de peso, y con el inicial poderoso rol de la OPEP desgastado por diversos factores, el precio del petróleo tuvo fuertes oscilaciones. Algunos grandes exportadores, como México y Rusia, nunca se integraron a la OPEP, y en esos casos en particular, la diversificación de sus economías, y sus grados de desarrollo tecnológico, difieren notablemente de las economías primarias, casi totalmente o del todo dependientes del petróleo y el gas como actividades productivas excluyentes, como son los casos de muchos de los grandes exportadores de hidrocarburos, que pese a sus cuantiosas riquezas, no quisieron o no pudieron desarrollarse y diversificarse productivamente. Relativa sutileza fue empleada para desgastar a la OPEP, desde adentro y afuera. Dos de sus principales miembros –Iraq y Libia-, fueron invadidos y transformados en Estados inviables, en curso de fragmentación. De sus trabajosamente conseguidas independencias, hoy son “Estados clientes” (eufemismo de N. Chomsky y E. Herman – “Los Guardianes de la Libertad”) que más claramente se diría subordinados, y en ellos evidentemente los hidrocarburos son manejados desde las potencias anglosajonas –EEUU y Gran Bretaña- y algunos socios privilegiados, como Francia y la propia UE. Otro Estado petrolífero de la OPEP –Irán- está bajo constante amenaza de agresión. Adicionalmente, dos de los principales exportadores –Arabia Saudita y Kuwait-, operan como “Estados clientes” de EEUU y la UE, y sobre todo el primero, inunda el mercado mundial con petróleo vendido a muy bajo precio, en una maniobra muy funcional a los dictados de Washington y Londres, que son sus proveedores de armamentos y otros insumos estratégicos. “Casualmente”, las monarquías de tipo absolutista y regímenes socio culturales más que discutibles, que imperan en esos Estados petroleros, no son objeto de acoso ni de protesta alguna, por parte de ONGs “derecho humanistas”, “fundaciones”, ni de periodistas, políticos o personeros ad hoc de las mencionadas potencias neocolonialistas y sus subordinados-socios directos. En cambio, en otros casos, por temas de menor gravedad o por causas prearmadas, las presiones de esas potencias, “en defensa de los derechos humanos”, “la democracia” y otras entelequias similares, llegan a grados severos e incluso brutales, como por caso las desarrolladas contra Venezuela, Siria y otros en menores escalas. ¡El constante doble estándar con el que se maneja la geopolítica mundial! En ese complejo y potencialmente cambiante e inestable contexto internacional, resulta muy evidente –salvo dudosa prueba en contrario- que la actual profunda baja del precio del crudo, opera como una nueva etapa más profunda, en el marco de las presiones y agresiones que EEUU y sus aliados, están ejecutando contra Rusia –principalmente-, y contra Venezuela, Irán; y eventualmente otros grandes exportadores de petróleo. Esos tres países son acentuadamente dependientes de las exportaciones de hidrocarburos, por lo que la abrupta baja del precio del petróleo complica sus respectivas balanzas comerciales. Pero una acción de ese tipo, habitualmente tiene consecuencias colaterales, algunas de ellas imprevisibles y otras preevaluadas pero potencialmente con connotaciones “fuera de libreto”. Era totalmente previsible que esa baja pronunciada del precio afectara a los yacimientos no convencionales de hidrocarburos. La medida ya habría frenado considerablemente los rápidos avances logrados por EEUU en las extracciones no convencionales. Eso evidentemente, es un costo y un riesgo asumido, buscando un objetivo mayor, que es doblegar la voluntad de Rusia en el muy conflictivo caso ucraniano y de Crimea; pero también en la demostrada férrea voluntad del coloso bicontinental, de mantener una firme política defensiva estratégica, ante la escalada de acciones complejas e incluso claramente provocativas de la OTAN. Si bien Rusia está pagando un alto costo económico, por el daño causado a su economía, es evidente que tiene recursos abundantes para resistir esas presiones. Y la alianza estratégica con China, sumada al explícito apoyo del coloso económico ante las nuevas dificultades políticas y económicas, tornan más aleatorios los resultados esperados por EEUU y sus socios. Otras rápidas maniobras profundamente estratégicas implementadas por el gobierno de Putin, como la abrupta cancelación del gasoducto South Stream, crea una cadena de serios problemas a varios países involucrados y previsibles coletazos a toda la UE; y la recientemente anunciada masiva compra por parte del Estado ruso, de acciones de las petroleras rusas en poder de inversionistas extranjeros, concretada en el marco de una acentuada baja en las cotizaciones; sumada a otras alianzas estratégicas tejidas por Rusia y China –por caso con Argentina y otros países de nuestra región-, permiten avizorar que posiblemente los resultados esperados por EEUU y sus aliados-subordinados, pueden no darse e incluso ser muy diferentes en el mediano plazo. Una ironía es que la gran beneficiada con la baja del petróleo, resulte ser China, principal importadora e irresoluble problema económico para EEUU, cuya decadencia económica parece irreversible, comparada con la rauda marcha del gigante asiático. El panorama para Argentina es complejo, y ameritaría al menos un extenso artículo para ser debidamente expuesto. Sintéticamente, la activa explotación del gran yacimiento no convencional de Vaca Muerta, puede ser parcialmente afectada, pero evidenciada la voluntad política de apostar al largo plazo, los inconvenientes actuales serán superados. En cambio, el panorama geopolítico global, con las amenazas internas de los “indigenistas” y “ecologistas” (ambos sectores financiados y fogoneados por Gran Bretaña, para promover nuestra balcanización y el subdesarrollo crónico), más las urgencias en poblar la inmensidades patagónicas, y recomponer rápida y eficientemente nuestra capacidad de autodefensa; son prioridades insoslayables, que demandan urgente y prioritaria atención. El enclave colonialista británico en Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur; más sus claras amenazas al Mar Argentino, Antártida y La Patagonia; hacen imperioso denunciar y dejar sin efectos los tratados que nos subordinan de hecho a los dictados del viejo y agresivo imperio. C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos