lunes, 10 de agosto de 2015

NEOLIBERALISMO, PLAN MORGENTHAU Y OTRAS ACCIONES DE DESTRUCCIÓN SISTEMÁTICA DE LOS ESTADOS Siendo muy difícil acceder a documentaciones probatorias, es válido el método historicista de analizar los hechos y las distintas manifestaciones de los actores relevantes o incluso relativamente secundarios, que tuvieron incidencia en los temas investigados, las acciones de colonización explícita o implícita, e incluso las de destrucción lisa y llana de Estados díscolos o muy molestos. En tal sentido, cabe evaluar coincidencias y discrepancias, así sean de grados, por parte de varios tipos de acciones político-económicas. a) La inducción al subdesarrollo en los países de economías primarias, por parte del liberalismo económico, es una realidad históricamente probada. Permitió las “soberanías formales” de los países de Sudamérica, pero manejando desde la potencia imperial de turno, claramente todos los resortes del poder. Quienes no se sometieron a dicha doctrina, implementando medidas económicas activas y proteccionistas, lograron salir del subdesarrollo y pasar al estadio industrial – tecnológico – desarrollado. Abundan ejemplos: EEUU, Japón, Alemania, Francia, Bélgica en el siglo XIX; Canadá, Australia, Corea del Sur, etc., en el siglo XX; los países del BRICS y otros emergentes, entre fines del siglo XX y lo que va del XXI. Todos ellos primero fueron transgresores a las “sacrosantas” leyes liberales, pero al fortalecerse, casi todos ellos se convirtieron en liberales…hacia afuera, pero proteccionistas hacia adentro. b) El neoliberalismo aplicó métodos mucho más severos, para “domesticar” a los países, hacer tabla rasa con sus economías y sociedades, mediante presiones financieras brutales y otras medidas de sometimiento neocolonialista a favor de los poderes transnacionales que buscan la globalización a ultranza, demoliendo todo atisbo de poder de los Estados Naciones. Tiende a limar y hacer desaparecer todo atisbo de soberanía, de los Estados sometidos. c) El Plan Morgenthau supuestamente solo fue aplicado por breve tiempo en la Alemania de posguerra. Su formato consiste en trabar todo, involucionando los países atacados a sus estados más primitivos y carentes de toda esperanza, desarticulándolos completamente, e incluso fomentando sus balcanizaciones en mini Estados inviables y enfrentados a muerte entre si. Fue lo acaecido en Yugoeslavia, Iraq, Libia, actualmente en Siria (en todos esos casos mediante el uso de violencia militar); mientras que en la Rusia Postsoviética antes de la Era Putin, y en la Argentina de los siniestros años ’90, el formato aplicado fue el de las guerras blandas, pero con severísimas acciones al estilo Morgenthau, de destrucción social y demolición económica perpetrada por el sector financiero especulativo, y el soporte de diversas ONGs transnacionales, además de otros actores internos cómplices de las acciones de terrorismo mediático, económico y político. d) Los ataques mediáticos y otros formatos combinados de guerras blandas, van más allá de las “revoluciones de colores” que afectaron “espontáneamente” el arco de países árabes norafricanos y del medio oriente, además de Ucrania. Ahora este formato está recrudeciendo, sofisticado y “mejorado”, en Íbero América, claramente con fines destituyentes contra todos los gobiernos no alineados automáticamente con EEUU y la UE, y con el neoliberalismo rampante del formato de “tratados de libre comercio”. Por supuesto, las agresiones desarrolladas por las potencias imperiales, muchas veces solapan varias de las cuatro metodologías expuestas precedentemente. No vigente hoy, ante el colapso mundial del comunismo, las diversas acciones de violencia ideológica y física, desarrolladas por marxistas diversos, trotskistas, anarquistas y otros odiadores seriales del “progresismo” que casi siempre terminó siendo funcional a los intereses de las potencias “capitalistas”; no se incluyen en el listado precedente por su anacronismo, pero hoy sus cultores por regla general terminan siendo marionetas funcionales a los dictados del establishment financiero transnacional, y sus operadores internos. Sin desconocer las muy nocivas consecuencias del neoliberalismo, queda claro que el “formato” del Plan Morgenthau es mucho más perversamente destructivo, pues su aplicación implica involución forzosa y destrucción sistemática del entramado social, político y económico, desarticulación del país atacado y arrasar con todas las actividades económicas, excepto las “toleradas” de economía primaria; todo eso buscando el desmadre generalizado y la balcanización y desintegración forzosa del Estado agredido. Se aplicó brevemente en la Alemania de posguerra y en la Argentina de los terribles años ’90 del siglo XX, cuando estuvimos a un paso de la disolución nacional, fomentada claramente por personeros del establishment financiero transnacional, como dos economistas ultra liberales del MIT (Massachusetts Institute of Technology), Rudiger Dornbusch y Ricardo Caballero, que formalmente propusieron que Argentina sea “intervenida” y que se nombren administradores externos. ¡Todo un esquema de neocolonialismo financiero, expuesto en 2002! Pero hubo otros ataques, implementados bajo formatos similares, contra otros Estados que resultaban “molestos” o que “debían servir de escarmiento” para quienes volvieran a osar tener Políticas de Estado propias y no subordinadas a los dictados del neocolonialismo financiero-militar vigente en el siglo XXI. La Rusia postsoviética, hasta el comienzo de la Era Putin, mostraba todos los síntomas de una nación carcomida aceleradamente por el cáncer financiero impuesto por las políticas neoliberales, y en claro proceso de desmembramiento territorial y fragmentación cultural (en esto último por las acciones de grupos violentos del fundamentalismo islámico). ¡Era el Plan Morgenthau en formato ruso! En un formato similar parecen encuadrar las continuas agresiones que soporta Venezuela, sin duda otro país “molesto” al establishment financiero transnacional. A diferencia de lo padecido por Argentina, Rusia y Venezuela, que no soportaron agresiones armadas directas junto a los ataques económico-financieros y políticos; distintos fueron los formatos aplicados en Yugoeslavia, Libia, Iraq, Siria, en cierto modo Ucrania, y en varios países del África Sudsahariana; naciones Estados en cuyos casos las agresiones o intervenciones militares neocolonialistas han sido desembozadamente perpetradas. ¡Todo parece indicar que son versiones militarizadas y actualizadas de aquel Plan Morgenthau de mediados de los años ’40 del siglo XX! C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZ Analista de Temas Económicos y Geopolíticos

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